José Pablo Feinmann suele buscar con sus ácidas declaraciones el escándalo y la provocación. Eso es al menos lo que ocurrió con el declarado filósofo kirchnerista, quien en la reciente Feria del Libro criticó a los millones de "blogueros" que tienen una página de internet donde volcar sus opiniones."Detesto el blog", dijo Feinmann en recientes declaraciones en ese espacio cultural y agregó que en nuestro país cualquiera tiene un espacio donde escribir. "En la Argentina no hay pelotudo que no tenga un blog", agregó uno de los hombres más consultados por el oficialismo.
El filósofo, siempre directo en sus apreciaciones, manifestó que a la mayoría de las personas que opinan en los blogs "un jefe de redacción les daría una patada en el culo" y que "los echarían por la pésima prosa que tienen".
"Ese democratismo me parece agraviante para el lector", comentó el consultor kirchnerista y añadió que "hay que saber escribir, sino no le hagas perder el tiempo al que te lee".
Diario: La Capital. Rosario
Es extraño, pero nunca sentí tanto placer en ser llamada pelotuda.
Claro es entendible, el democratismo es genial mientras hable bien de nosotros! Ahora si el democratismo sirve para que los oscurantistas de siempre atenten contra el Superproyecto de Meganación Kirchnerista: Vade Retro.
Que triste si este es el nivel de análisis de nuestros filósofos.
Consultor Kirchnerista? Qué catzzo es eso? Cris lo llama a la mañana y le pregunta qué se pone? O Néstor le pide que le explique las notas de Clarín, Perfil o el Patoruzú porque no entiende?
Agraviante es pararse en el banquito del poder, bien agarradito de la mano de mami Kris y Papi Virolo para espetar una sarta de imbecilidades y pretender que todos nos postremos ante la capacidad de análisis, la claridad de conceptos y la brillantez del mejor alumno de la clase.
Partamos de la base que a la mayoría de los bloggers no nos pagan para escribir bien o mal de alguien, lo hacemos por mero placer, displacer o antojo. Algo que nuestro gran filósofo contemporáneo dejó de hacer hace mucho.
Feinmann, con todo respeto, SOS IMPRESENTABLE!
