Dispuesta a actualizar el DNI de mi vástago, llamé hace un tiempito al CGP de mi zona para averiguar los requisitos de dicho trámite. La empleada de turno al teléfono me informó que debía llevar al menor acompañado de su padre o madre, ambos con DNI y con una partida de nacimiento "ac tua li za da". Actualizada?, no sirven las copias autenticadas que hice cuando nació?, pregunté esperanzada. No, no sirven, me replicó la agente municipal.
Así fue que me tomé una mañana y concurrí al registro de las personas, ese de calle Uruguay donde se casan los famosos, y pedí una copia de la partida de nacimiento de mi hijo "ac tua li za da". Como la suerte estaba de mi lado logré hacerme de dicha copia a los quince días de iniciado el trámite.
Ya con la partida "ac tua li za da" en mis manos concurrí al CGP a las 7.45 AM.
A las 8 se abrieron las puertas y en la mesa de entrada me dieron un número, pregunté a que piso me dirigía y para mi sorpresa me dijeron: Vuelva en una hora poruqe ahora está cerrado.
Salí pacientemente caminé por el barrio una hora con mi pequeño gurrumín de 9 añitos y toleré estoica los: "Mami me comprás?", "Vamos a casa", "Para qué vinimos taaaan temprano?" y otras referidas a la hora y la inconveniencia de comer en Mc Gofio a las 8.30 AM.
A las 9 en punto volví al CGP y me apersoné en el segundo piso. Ahí me desayuné que en realidad el horario de atención empezaba a las 9.30 horas.
A las 10 llegó un señor de unos 55 años con mucha voluntad, pero no muchas luces y empezó a atender, media hora más tarde el piso se pobló de empleados sonrientes y dispuestos a contarse montones de cosas que desde lejos parecían super divertidas; pero claro después de dos horas y medias a mi no me divertía nada.
Cuando a las 10.55 AM me senté frente a la empleada, me enteré que la partida no tenía que ser "ac tua li za da", también me avisó que debía pagar una multa, porque no concurrí a actualizar el DNI apenas mi hijo cumplió los 8 años.
Para que mi felicidad fuese completa descubrí que si mi hijo fuese un "hermano latinoamericano" el trámite hubiese sido gratis, ya que así lo informaba una cartelera multicolor con tipografía enorme. Terminé el trámite preguntándome por qué cuernos cuando estaba en la dulce espera no me fui a parir a Bolivia o Perú.
Como para rematar la odisea, me traje unos souvenirs divinos de mi paso por el CGP, souvenirs que debí combatir a puro peine fino y shampoo con Quasia amarga.
Reconozco que si no salí por el barrio con un bat de baseball es porque en mi casa no hay un bat de baseball!!!
Si la idea era hacerme sentirme una ciudadana de décima: LO LOGRARON!