miércoles, 27 de agosto de 2008

Que simpático el enano...

Si hay algo que me abochorna, es la forma que tenemos en nuestra sociedad de disimular cuán sectarios, discriminadores, xenófobos y muchas cosas más, somos.
Mi reflexión fue disparada por la reciente aparición en varios magazines del prime time de nuestra televisión vernácula, de los llamados "LOS GROSOS".

La aparición de este grupo bailantero (o algo así), desencadenó frases desopilantes por parte de conductores y conductoras de nuestra tv; frases tan poco felices que una termina haciendo zapping por vergüenza ajena. Una mezcla de burlas, chistes de dudoso gusto e intentos de salvar el momento.
Para ser sincera, me quedo con la acidez del negro Olmedo y su deporte de "tirar el enano", eso al menos tenía el altruismo de enfrentarnos con nuestras propias zonas oscuras en tono de humor.

Pero claro, lo de Los Grosos es apenas la punta del iceberg, porque la realidad es que reprobamos en tolerancia.
Si bien es cierto que la gran mayoría de nosotros fuimos educados en un marco de "tolerancia cero", no podemos escudarnos eternamente en eso. Es una mera excusa para no cambiar, ya que sin dudas es mucho más cómodo no tomar postura respecto a ciertos temas.
Tampoco vale el: "me hago el discriminado y saco un subsidio", putos peronistas hubo siempre y eso no justificaba que el estado los mantenga! y si cada partido va a formar su línea homosexual para pedir subsidio esto es una historia de nunca acabar.
La antidiscriminación es políticamente correcta y eso hace que muchos quieran sacar provecho de ello. La idea es no confundir gordura con hinchazón, que no es lo mismo pelear por un trato igualitario que exigir un trato preferencial.



Pero bueno, mejor retomo porque si me pierdo en esa línea tengo para dos días.

El asunto es que es tal la vergüenza que nos produce asumirnos como somos, que repetimos las tan consabidas:

"Tengo un amigo judío"
"Es un lindo negro"
"Soy rubia natural"
"Voy hasta el chino de la esquina que labura hasta re tarde"
"Cruzate a lo del bolita a buscar unos tomates"
"Que desperdicio, tan lindo y tan puto"
"Todas las gordas son lindas de cara"

Y todas las que a uds se les ocurra agregar al listado.
Así andamos entre la vergüenza y los prejuicios sin saber bien qué hacer...



No me abochorna decir que provengo de una familia que me educó con una carga de xenofobia y racismo admirables, dignas del siglo pasado. No me abochorna digo, porque en mi caso tratar de luchar contra esos mandatos fue una elección personal y un laburo arduo y tenaz.
He descubierto con los años las raíces de muchos prejuicios y los he desterrado - parece que las japonesas no la tienen horizontal-; he aprendido también que hay cosas que una creía parte del mito y son verdades grandes como rascacielos -los orientales huelen distinto y no es para menos con la gran cantidad de especies aromáticas que utilizan en sus comidas-.
Como en muchos otros temas, me desvela saber si somos capaces de hacer algo por las futuras generaciones.
¿Cómo educar para cambiar las cosas?
¿Estamos preparados para educar a nuestros hijos en un marco de mayor tolerancia?

Acaso estamos preparados para convivir pacíficamente y en paz sin distingos de raza, religión, condición física, opinión política, sexo, edad, nacionalidad, condición física, preferencia sexual,o de cualquier otra diferencia que podamos ostentar?

¿Somos capaces de juzgar al otro sólo por su calidad de persona?
Desde mi humilde lugar, creo que me cuesta, es un trabajo diario, un aprendizaje constante. Pero creo que vale la pena.

10 comentarios:

Occam dijo...

Eso pasa justamente porque NO discriminamos. Es decir, no separamos la paja del trigo. Con nuestro igualitarismo religioso, casi patológico, terminamos por poner todo en la misma bolsa: los chinos, los negros, los putos, los enanos, las minas, las japonesas, los peronistas, etc. etc.
En todo el mensaje PC (políticamente correcto) hay un submensaje pernicioso: no diferencio, no distingo, todo me chupa un huevo, en realidad, no me interesa conocer al otro, y valorar y respetar las diferencias.
En las reivindicaciones de las minorías hay a la par un sesgo claramente segregacionista y colectivo. Se plantan frente a la sociedad como un colectivo elitista, diferente del conjunto pero indiferenciado para el interior. No como individuos.
Los putos peronistas de La Matanza y las agrupaciones de gays y lesbianas NO discriminan en función de las personas, sino que juntan la biblia y el calefón en torno a una cuestión que para los demás es (o por lo menos, debería ser) anecdótica. Yo no ando por la vida presentándome como heterosexual ni contando mis apetencias o fantasías de alcoba; y mucho menos, pretendo que los demás lo hagan.

Mis más cordiales saludos.

piscuiza dijo...

A no, no. Vayamos por parte Occam.
Mire, haciéndome eco de su parecer: hace poco vi por la tele a un grupo de travestis a quienes les daban créditos para comprar viviendas a una tasa irrisoria y sin demasiados requisitos, salvo claro, la de ser travesti. Al ver la nota sentí como una frustración importante... quería ser travesti, transexual, reina de una comunidad de lesbianas de raza negra y albina!
Por eso digo: no confundamos gordura con hinchazón! Porque con ese criterio fundo el Movimiento de Adoradoras del Panqueque con Dulce de Leche (M.A.Pa.D.Le.), pido un subsidio para instalar un comedor comunitario y tras cartón obligo a Sancor, -vía el compañero Chavez- a que nos done 1 Tn. del preciado dulce, por mes.
Salute

Occam dijo...

Piscuiza: Sé que coincidimos, pero otra vez me cambió de tema. Usted ahora me habla de la discriminación inversa, es decir, de los privilegios inaceptables que tienen algunas minorías por el hecho de serlo.
Y no puedo dejar de coincidir, y si no es porque suena a feminista, adheriría al M.A.Pa.D.Le.
Cordialmente

thegorila dijo...

Querida Piscuiza: creo que el origen de todo esto es justamente el parecido entre gordura y la hinchazón.
Yo me resigné y sólo discrimino entre:
Personas CON aparato psíquico
Personas CARENTES de aparato psíquico.
Creamé que me despejó el panorama.
Saludos

piscuiza dijo...

Yo hago algo parecido a lo suyo Maguila, pero le agrego cierto condimento que cada quién llamará a su modo, antes le decían "Don de gente". Y cuando dudo acerca de las virtudes de la persona, apelo al olfato, sonará medieval, pero no falla.
Occam, cuando tiene razón, tiene razón. Nos perdimos por los caminos linderos, será tema de otro post.
Saludos

RELATO DEL PRESENTE dijo...

Pasa también que cuando uno ve campañas antidiscriminatorias como las del INADI, no dan ganas de corregir.

perogruyo dijo...

Hola
Como una contribución a la paz pacífica que Ud. pregona agregaría las alegres y fáciles calificaciones de:
Zurdo : para designar a los que se arrogan el monopolio de la ética.
Facho o nazi : para designar al resto.

La discriminación proviene, creo, paradojalmente de la falta de distinciones. Cuando nos quedamos sin palabras, adjetivamos ad hominen. Cuanto más ignorantes, más bestias, valga la redundancia.

Respecto de los enanos, nunca vi a un enano dando lástima en un colectivo o en un subte, todos los que conozco sobrellevan su particularidad, con altura. Encontraron rápidamente que su misión en la vida es divertir a los blancos.

Como es mi primer comentario quiero aclararle y para que me conozca que hay 2 cosas que odio en esta vida: la discriminación y los negros.

piscuiza dijo...

Mire Alvarez, lo de los enanos divirtiendo a los blancos es como fuerte para afirmar, los negros no se divierten con sketchs de enanos? y los amarillos? y los albinos?
En cuanto a lo de su odio, lo compadezco yo sólo odio a la gente impuntual, esa gente si que merece mi más absoluto desprecio! Es más, armaría un grupo anti gente impuntual y saldría por ahí con pancartas, sino fuese tan fiaca para escrachar gente.
Saludos y no se por qué, pero no puedo ver su blog eh

perogruyo dijo...

Estimada
Por vía de la ironía y la sonrisa quise poner de manifiesto lo fácil que es poner etiquetas y sacar conclusiones apresuradas que pueden ofender gratuitamente. No me tome en serio. (Esta vez). Además soy gordo calvo, tengo juanetes, soy tar-tar-tamudo y estoy luchando con mi identidad, por eso mi blog aún no es público. De hecho, no se todavía si siquiera existo.

piscuiza dijo...

Ud piensa, ergo esiste mai diar. No se me tire a menos que para eso tenemos una cantidad inusitada de funcionarios que nos tratan de imbéciles, gorilas y una andanada de piropos por el estilo.
Por cierto:
- La gordura es síntoma de abundancia.
- La calvicíe es símbolo de hombría.
-Los juanetes se los curo (habilidad heredada de mi abuela).
- La tartamudez dicen que mejora si el interlocutor no amilana con la mirada.
Así que ánimo que en un tiempo Ud no tendrá nada que envidiarle al Barrantes!
Saludos y anímese a salir del closet del blog oculto.