Rarezas para Uds. porque yo estoy muy acostumbradas a esas cosas y de a poquito la gente que me secunda en la aventura de vivir, también se va acostumbrando a ellas.
- Hablo, canto, me río, lloro y mantengo diálogos mientras duermo. Hablar dormida no es gran cosa. El tema se pone interesante cuando me piden que cante tal o cuál cosa y yo lo hago. O cuando lloro a mares porque la hamburguesa no tenía pepinillo (la hamburguesa que comía en sueños, claro está), o cuando me siento en la cama con los ojos como Francescoli al grito de: "dame otro mate", a las 4 AM.
- Las ojotas! Vaya a saber de dónde me viene la manía de controlar que mi hijo no ande descalzo por la vida; teniendo en cuenta que la mayoría de las veces que le espeto mi archiconocida frase: "Ponete las ojotas" lo hago impúdicamente descalza. Una vez esbocé la teoría de la heladera y la electricidad y que si le da una descarga y no se cuántas cosas más. Patrañas! No se por qué tengo la manía de persegirlo con las ojotas por la vida.
- El diario del domingo es un ritual. Si no llueve lo leo al aire libre, con el mate y algún cigarrillo. Si llueve lo hago en casa. No importa cuándo ni dónde. El diario del domingo es uno de los placeres sencillos de mi vida. El resto de la semana se lee como a la pasada, o ni siquiera eso. Amo tirarme en el pasto con más de un diario y pasarme una o dos horas.
- Me río como una loca desmesurada y lloro a moco suelto. Nada de dos lagrimitas escondidas en una carilina, cuando lloro abro una canilla. Nada de risitas disimuladas tras una mano o un abanico, si hay que reirse lo hago de buena gana y con energía. Vivo las alegrías y la tristeza con ganas y las disfruto. Si estoy triste me pongo una película para llorar y abro el grifo, me zambullo en el dolor y el llanto y me regocijo un rato en él. Si estoy feliz, canto río y festejo con las mismas ganas.
- Olvido las llaves. No soy olvidadiza, jamás olvido cosas ni eventos. Pero tengo un problema espantoso con las llaves. Probé ponerle llaveros enormes y de colores, probé colgando una cosa horrible llena de ganchitos al lado de la puerta. Probé todas las soluciones que se le puedan ocurrir, nada dio resultado: me olvido las llaves en todos lados y las pierdo varias veces a la semana. En mi defensa, debo decir que jamás perdí las llaves por más de un rato. Nunca tuve que salir a hacer copias de emergencia.
- No se calcular las cantidades de arroz ni de papas frias. Cocino riquísimo. Me gusta cocinar y no necesito apelar a recetas. Se calcular las cantidades a ojo de cualquier alimento. Pero con el arroz y las papas fritas no hay caso. Por lo general termino haciendo arroz para una semana. Siempre me parece que va a ser poco y siempre agrego un puñadito más, por las dudas. Con las papas fritas me pasa lo mismo: me quedo corta o alimento a un contingente de refugiados.
- Me gusta que me hagan masajes en los pies.
Creo que parte de la gracia de esta lista es pasársela a otra gente. Así que ahí va: Cerriwden, Occam, Black. Ahora les toca a Uds contar sus rarezas.
7 comentarios:
querida Piscuiza:
en verdad sus rarezas son tiernas.
Muchas de ellas, salvo la de las ojotas, las compartimos.
Solía arrojar las llaves en forma automática, un día estaban en la heladera.
esta tarea titánica me la pasó la Dueña, y la cumplí en parte, el día lunes 9 de febrero.
Allí están.
Repetirlas me parece desubicado, pero leyendo "sus" rarezas seguro que las mías le parecerán delirios casi.
Besos querida Piscuiza.
(si lee el punto 7 se dará cuenta de todo con su perspicacia).
piscui!!! tengo un rito con el tema de las llaves.. yo SI soy olvivadiza y las llaves no son una excepción... màs de una vez tuve que llamar a mi hno a horas no muy normales para que me abra la puerta con la cèdula (un fino arte que nunca pude aprender).
Nada màs lindo quela risa exageradametne ruidosa y mirando al techo.. ESO es reirse y disfrutar!!
beso!
Piscuiza: Disfruté muchísimo de sus rarezas (aunque 7 son demasiadas, y por eso quizás se filtraron algunas no tan raras como los masajes en los pies o los diarios de los domingos). En fin, usted no parece una persona muy "rara". Sí me parece bastante sana, sobre todo en lo emocional, por saber expresarse, y también por tomar mate y fumar (estoy dejando hace 27 días y hoy me siento espantoso). La felicito. ¡Y no moleste más a su hijo, que no hay nada más lindo y libre que caminar descalzo!
En cuanto al salvavidas de plomo que me pasó, supongo que prefiero dejarlo pasar, pues no me gusta mucho hablar de mí mismo en la blogósfera. Le dejo dos o tres, nada más, para que no se diga que soy ortiba:
1) Me gusta coleccionar piedras, aunque a diferencia de Claude, no tienen que tener necesariamente forma de papa.
2) Me gusta la música rara y los libros malditos. Todo lo que está al margen del sistema me atrae naturalmente (aunque luego no sea todo tal vez muy bueno).
3) Publico libros que nadie lee, y ni siquiera me preocupo por promocionarlos o regalarlos. O sea, colecciono lo que escribo en formato editado.
4) Me gusta usar traje y corbata, por gusto y no por obligación. También me gusta la ropa deportiva. No mucho, en cambio, lo que se llama "informal sport".
5) Mi mayor sueño es fundar y construir una ciudad.
En fin, debe haber rarezas más atractivas, pero ahora no se me ocurren, aunque durante muchos años de mi vida mucha gente me ha conceptuado como un tipo raro.
Un beso.
En realidad, fueron 5. ¡Mire lo que me hizo hacer!
Cerri, recién hoy pude espiar su listita, sin dudas su estanque es Her mo so!!! Debe ser genial pasarse horas mirando las carpas.
Gabriela no puedo ayudarla con el tema de las llaves porque hoy mismo tuve un percance llaveril por mis pagos!
Occam, acerca de sus rarezas debo decirle: Está muy, pero muy mal eso de no regalar libros. Si quiere empezar a cambiar sus rarezas, yo gustosa acepto cuanto libre me sea donado.
Con respecto a lo del cigarrillo, yo no me he decidido pero varios amigos me comentan la gran ayuda de una medicación, que salvo por su precio parece ser genial, si le interesa me chifla y le paso el nombre.
Para lo de su ciudad, yo tengo dos latas de clavos autoportantes para techos, un frasco lleno de clavos, mechas de todo tipo y tamaño y una voluntad de hierro. Eso sí, ni se moleste en pedirme colaboración sino es del río Colorado hacia el sur!
Y por último, no se haga el inocente que sus posts dicen más de Ud mismo que esta lista delirante de pecadillos confesables!
A los tres: gracias por compartir sus manías.
Como me gustaría que alguien se pasara con la cantidad de las papas fritas alguna vez.
Relato, yo lo invitaría a comer pero después usted se quejaría del horario de la cena, si ve que se estira y se estira, no es mala voluntad, soy yo en la cocina que no termino nunca de freir las papas!
Puede ud publicar su lista de pecadillos confesables?
Gracias por la visita.
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