sábado, 2 de agosto de 2008

SI ME DAN A ELEGIR.

Si me dan a elegir entre hablar del discurso de Miguens en la Rural, la pronta conferencia de la Reina Cristina I de Botoxland o hacer un post sobre algo interesante: elijo esto último.
Así que veremos algunos de los actores que calaron profundo en mi ser. Una nunca termina de saber si fueron los actores, los roles que protagonizaron o una mezcla de las dos cosas. Porque por caso, yo no hubiese mirado Kung Fu, si el protagonista hubiese sido el chueco Suar, ni hubiese mirado a David Carradine haciendo de Poliladron.
Pero hay una lista de señores actores que son dignos de recordar y aquí va el intento. Se que por cuestiones de memoria selectiva me olvidaré de algunos y que por cuestiones de espacio dejaré a otros afuera.

Clark Gable y su inigualable Reth Buttler. Debo confesar que ya perdí la cuenta de las veces que vi esta película. La vi en ByN, la vi coloreada en video, la compré más recientemente en dos DVDs divinos que vienen en cajita y todo. Y nunca, ninguna de todas esas veces que vi "Lo el viento se llevó" pude dejar de suspirar ante los encantos de Reth. Esa ceja levantada con desdén, al tiempo que espeta: "Francamente cariño, me importa un bledo" ha dejado sin aliento a generaciones de mujeres.Y no traten varones argentinos de hacernos caer rendidas con una frase de ese tenor, porque apuesto doble a sencillo que nos reiríamos hasta las lágrimas de tamaña afirmación y los despediríamos con una palmadita en el hombro. Por algo él es: "Reth Buttler".

Yul Brynner como El Rey de Siam.
Esta si que está difícil. Cualquier otro tipo pelado con pantaloncetes de seda bailando a saltitos, haría las veces de Pablito Ruiz; pero él NO. Yul es la encarnación del varón y no importa si le delinearon los ojos, lo hicieron saltar como gacela en celo o le ponen unos pantalones horribles. El tipo exuda hombría.
Otra película que vi vaya a saber cuántas veces y no hay caso me tiemblan las rodillitas cuando el pelado aparece dando saltos. Las remakes de este clásico sólo me hicieron dar cuenta que nadie podrá hacer el papel del Rey como él.


Marlon Brando haciendo de Kowalski.
De "Un tranvía llamado deseo" podemos aprender que: las camisetas son la prenda de vestir más sexual que pueda existir.
La atmósfera de esta película es tan perfecta que una, aún con Marlon muerto puede recrear esa aire pesado, húmedo y cargado de sexo y deseo que Brando potenció hasta el paroxismo.
La mirada inquisidora de un Brando joven, bien torneado y en camiseta no sólo incomodaba a la pacata Blanche, sino que una misma se sentía intimidada desde este lado de la pantalla.
Volviendo al consejo del caso de Yul, señores: no intenten recrear el aire de macho fatal de Stanley, la camiseta de camionero o la camiseta de friza es una prenda ambigua. En él es de un atractivo inigualable, en cualquier hijo de vecino es penosa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso porque usted nunca me vi a mi en calzones y medias, preparando el mate un domingo a la mañana mientras canto I'm just a gigoló a los gritos.

Fuera del atractivo sexual, a mi me parece que Yul Brinner está mucho mejor en El Rey Salomón y la Reina de Saba.

¡besos de pescáu!

S.G dijo...

Yul es mioo!!!! siempre me gusto el pelado.
Gracias por tu visita :-)

piscuiza dijo...

Pescáu yo no se que hubiese hecho si lo veía a Yul en calzones y medias,un domingo a la mañana haciéndome el mate, temo que hubiese salido en Crónica TV!
Ve ahí me hizo acordar de ricardito Gere en American Gigoló:
FAAAA!
SG: Bienvenida