lunes, 21 de octubre de 2013

APDV hacia la disolución nacional

Contame el cachet del matrimonio Etcharry y acordate que la que ellos se llevan, falta en la panza de los chicos, en las vacunas que no tienen los hospitales.
El sueño de hacerse rico manteniendo al pobre, pobre y empobreciendo al laburante, el sueño del pensamiento único, el sueño de la prepotencia de Cabandié, Moreno y la banda de delincuentes que sacan pecho bajo el amparo de un estado que te sopapea si levantás la cabeza. 

El sueño de las bandas de narcos baleando a un gobernador sin que nada pase, el sueño de los tibios que apoyan, pero no tanto. 
El sueño de hacerse el boludo para llenarse los bolsillos y justificarse luego porque en el fondo...en el fondo son GARCAS CULPOSOS.

Yo no sueño...
Vivo.
Vivo la mía, más incómoda, más modesta. 
Vivo la de decir que son una banda de delincuentes e inútiles funcionales que no pueden administrar ni un kiosco, revolucionarios de escuela secundaria que pasaron los 40 y no quieren asumirlo por el miedo a no ser...
Vivo con identidad propia y no la que me presta una ong, un puesto o un partido político.

Vivo para recordarme a mi misma que otro país es posible. Que la violencia los va a consumir, a ellos, a sus hijos y a sus nietos.

Vivo.


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