jueves, 31 de julio de 2008

SHHHHHHH

Cuánta lógica y cuánta verdad esconden los juegos y canciones infantiles!


Jugando al huevo podrido se lo dejo al más distraído.
Y acá estamos comiéndonos cada huevo podrido que mamma mía. Y no escarmentamos eh!
Y por distraídos nos quieren hacer comer los avioncitos de Marsans. Ajóooo a ver el avioncito, ñam, ñam.

Les contaría el de cachurra montó la burra, pero temo ser explícita y que el Observatorio de Medios nos caiga con todo el peso de los ojos de huevo podrido de Néstor.

Al Don, al Don, al Don Pirulero. Cada cual, cada cual, atiende su juego y el que no, y el que no una prenda tendrá!
Y vayan a contarle a Schiaretti como se juega, que se vino a hacer el pícaro con los votos de sus congresales. No entendió nada pobre Juanchi.

Juguemos en el bosque mientras el lobo no está. Lobo está???
Me estoy preparando para mandarles el paquetito nuevo de retenciones!!!
Juguemos en la rural mientras Néstor no está. Nestor está???
Si, estar está, sólo se está poniendo los pantalones, así que corran ahora que hay tiempo mis cabritos.

La farolera tropezó y en la calle se cayó y al pasar por un cuartel se enamoró de un coronel. Alcen la barrera para que pase la farolera. A la medianoche me puse a contar y todas las cuentas me salieron mal.
Acá entré en la duda, es un juego de amores raros?, o tiene que ver con la incapacidad para los números, lo cual le daría una buena explicación a muchos desaciertos económicos y estadísticos de estos últimos tiempos.
PD: ahórrense la corrección acerca del grado militar del fantoche de la foto.

jueves, 24 de julio de 2008

A mi la lluvia no me inspira.


En mi extenso recorrido por la vida, jamás, nunca usé paraguas. No soy de las personas que usan pilotos, de hecho en mi vestuario no hay botas de agua, nunca las hubo.
Creo recordar que cuando era chica una vez me compraron unas botas de color amarillo que se suponía eran para los días de lluvia. Recuerdo haberlas usado dos veces: una vez que decidimos con mi viejo que debíamos inundar un predio enorme de tierra y otra vez que nevó y se me dió por pensar que daba lo mismo esas botas amarillas que las de pre esquí. La primera de esas veces terminé de traste en el barro con cara de humillación, la segunda terminé con los pies morados y sin sensibilidad. Moraleja: No más botas pampero para mí.
Así fue transcurriendo mi vida con la firme convicción que cuando llueve: llueve.
Nada de paraguas asesinos para mí.
Pero claro, una fue creciendo y no es lo mismo hacerse la free a los 20 que a los casi 40. Así fue como hace pocos días decidí salir de paraguas, para evitar la mojadura.
Fue una experiencia de lo más novedosa.
Descubrí que llevar paraguas no evita que una se moje! Supongo que si lloviese de manera exactamente perpendicular al piso la cosa sería distinta, pero no.
A no más de quince minutos de salir estaba con más de media pierna mojada, empapada, hecha sopa. Me la pasé haciendo equilibrio para que no se moje la cartera, cosa que no sucedió. El pelo recién planchado quedó con un frizz digno de una escena de espanto.
Hoy amanecí con mi garganta pidiendo a gritos un poco de miel y todo por qué?
Por usar paraguas!!!

jueves, 17 de julio de 2008

En busca del consenso perdido.



A cuento de las palabras de Cleto Cobos en el senado:

Según la Real Academia Española:
(Del lat. consensus).
1. m. Acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos.

Quizás es tiempo de entender la política ya no como la eterna puja de intereses mezquinos por el manejo del poder y las arcas públicas; sino como la búsqueda de consensos y acuerdos en virtud del bien común de los ciudadanos y habitantes de nuestro país. Me sentí tentada de usar la palabra patria, pero de un tiempo a esta parte, noto que "me sacaron" las ganas. Es extraño que una palabra cargada de sentimientos y simbolismos se haya convertido en propiedad exclusiva de un sector al que por distintos motivos no creo pertenecer. Se siente raro no sentirse parte de la patria, cuando en realidad una aprendió que la patria éramos todos.
Pero insisto: de un tiempo a esta parte no me sentí parte de "esa patria" y eso me llenó de tristeza, frustración, impotencia. Yo quiero ser parte de la patria, necesito serlo, tengo el derecho y la obligación de sentirme parte de mi patria!

Quizás por eso me gustó escuchar el llamado al consenso.
Me siento identificada por aquellos que esperan, desean y exigen una nueva forma de gobierno: EL DIALOGO.
Pobres de aquellos que creen que negociar, consensuar, conversar, acordar, debatir son formas de debilitamiento. Que poca riqueza intelectual y moral demuestra el empecinamiento infantil de algunos. El rostro crispado de Pichetto, los gestos agresivos, los puños cerrados: fueron una muestra cabal de lo que no me representa. Las apelaciones del senador rionegrino fueron un claro llamado a la Obediencia Debida. La misma obediencia debida tantas veces denostada por estos mismos que hoy la piden a gritos.
Yo no quiero obediencia debida, quiero consensos, acuerdos, compromiso moral en cada acto de gobierno. Creo que es el momento de crecer como ciudadanos, de crecer como argentinos, para de una vez hacer una patria para todos, aún para aquellos que pensamos distinto al gobierno de turno.

miércoles, 16 de julio de 2008

Soy lo que soy.



Acaso queda algo por decir?
Leo y releo opiniones de toda clase y color, sí: de esas de derecha, de esas de izquierda y también de esas que dicen ser lo que en realidad jamás fueron, ni son, ni serán.
Por estos días parece que es fundamental parecer lo que no se es en nuestro bendito país. Parecer lo es todo.
Y en ese afán de parecer son pocos los que se atreven a "ser". Ya casi no me importa ver cómo votan nuestros senadores, me pierdo en el deleite de saber por qué lo hacen. Busco infructuosamente uno de los bienes más escasos de la política argentina del 2008: La integridad de ser lo que se es y animarse a mostrarlo.
En ese afán por buscar la identidad de cada quién, oculta tras trajes de grandes marcas, corbatas de seda o remeras cheguevaristas; me sonrío cuando veo a un gringo curtido y paquete como el Lole. Me sonrío de costado porque reconozco en él a tantos otros. Gringos que se hicieron de abajo y SI: les fué bien. Nuevo pecado capital argentino, por estos días en los que es vergonzante ser exitoso a costa del trabajo.
Me sonrío viendo esa cadencia norteña, mal tildada de apatía por el simple desconocimiento del temple y el carácter de los habitantes de las distintas zonas de nuestra enorme Argentina. Tildado de tibio por gente que desconoce a tantos otros como él.



Me sonrío decía por ese orgullo simplote del Lole de mostrarse como es, de "ser" ni más ni menos que lo que es.
Puede gustar, puede no gustar, pero entre tanto gato que quiere pasar por liebre Reutemann es un espejo de si mismo.

Parece que no está bien visto ser exitoso a costa del trabajo y no es para menos si los paradigmas de éxito son frotar el tujes contra un caño!
Pues llaménme golpista, oligarca, imperialista o como gusten, pero a mi me sigue deleitando verlo al Lole mirando con ese gesto cansino, orgulloso de ser ni más ni menos que lo que simplemente es. Presentando acaso una de las pocas alternativas a la terquedad de medir el largo de la pitulina del matrimonio presidencial.
Humilde, silencioso, sin grandilocuencias mediáticas ni show alpedístico, el gringo presentó un verdadero proyecto de ley.

domingo, 6 de julio de 2008

Genialidades

Esto nos deja claro que si este muchachito no se dedicaba al cine, pasaba a engrosar las listas de "Serial Killers".

miércoles, 2 de julio de 2008

Fraseología Maternal 1

A cuento de un nuevo natalicio de ma petit bestezuela, trataré de hacer un listado de aquellas frases de mi infancia que juré, prometí, aseguré no decir el día que fuese madre.



Ponete la campera que te vas a engripar! (Y si la idea del chico es realmente engriparse y pasarse una semana en casa con cara de "que mal me siento" cuando uno lo mira y disfrutando de la play el resto del tiempo?).

Hablo yo o pasa un carro? (Pasa un carro! Siempre pasa un carro cuando uno es chico).

En qué idioma hablo yo? (Sin palabras. Pregunta retórica que esperemos nuestros hijos nunca contesten).


Cuando yo tenía tu edad nos divertíamos con cualquier pavada! (Mentira. Los inviernos en el sur eran un embole y hubiésemos pagado lo que sea por tener internet o una play).




Hacé lo que quieras... (El va a hacer "exactamente" eso: LO QUE QUIERA. Así que después a no venir con historias acerca de la conveniencia o no de lo que él quiere).

Yo a tu edad comía de todo. (Ay si como no... Y el mondongo?).

Ponete las ojotas, que la heladera te puede dar una patada! (Claro que dicho esto mientras una misma va en patas por la vida, no es del todo coherente. Pero esto no pretende hacerme ver como la persona coherente que "no soy").

Porque "YO" lo digo y punto. (Ay no... Juré especialmente no decir esta).
Bueno y me voy porque seguro que mi niño no se está alimentando, está desabrigado, está tocando algo lleno de gérmenes o vaya a saber qué.