domingo, 29 de mayo de 2011

Sociedad hipócrita

Esta semana. la Argentina se debatió entre hablar del debate Sarlo/678 y el estallido del escándalo de Schoklender y su curiosa vida de capo mafia vernáculo.

Si bien en ambos casos hay mucha tela para cortar, me quedo con una sensación: somos una sociedad hipócrita.

Acaso a alguien se le puede cruzar por la cabeza que alguno de los panelistas de 678 estaba a la altura de un debate serio? Dejemos de entrar en el juego de imposturas que propone el oficialismo y digamos las cosas sin rodeos, los panelistas de 678 son un rejunte de gente poco preparada, que se puso un par de anteojeras y avanza a paso firme sin saber cuál es la meta, a cambio de suculentos contratos.
Y no está mal que lo hagan, al fin y al cabo cada quién vive de acuerdo a sus valores. El tema pasa simplemente porque no nos vendan gato por liebre. Tener aire en un canal que pagamos todos los contribuyentes, sueldos que ni vos ni yo ganamos y el apoyo del oficialismo; no los reviste de sapiencia, ni les cubre los evidentes baches a la hora de pretender debatir de igual a igual con Beatriz Sarlo.
Y es acá es donde me parece que entramos todos, incluídos vos y yo. Porque terminamos creyendo que hubo debate, donde no lo hubo. Porque dada la naturaleza de la desigualdad, era imposible que hubiese otra cosa que una clase magistral por parte de Sarlo a un grupo de estudiantes irreverentes, soberbios y con poco deseo de aprender.

La otra noticia, venía siendo esquivada desde hace mucho por todos. Pues ante el miedo de que nos acusen de lo que no somos, nadie quiso ponerle el cascabel al gato y decir las cosas como son. 
El origen de las Madres de Plaza de Mayo no las exime de responsabilidad. Sin embargo, aún sabiéndose desde hace mucho el descontrol administrativo y 
financiero, ningún ente de contralor hizo nada por investigarlo y sancionarlo.
Cualquier otra ONG estaría intervenida, pero la hipocresía generalizada, dictaminó que "el pañuelo no se mancha".

Y de nuevo la sensación de hipocresía. 
Pedir transparencia, orden y respeto por la ley, no implica agraviar a la institución. 
Su lucha fue, es y será genuina y cobijar a un sabandija que se apropió de una bandera que no le es propia, solo es una mácula autoimpuesta y sin sentido.


Hipócritas. 
Hipócrita yo, hipócrito vos.


(Del gr. ὑποκρισία).
1. f. Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan. 


Links de interés:
http://www.rafaela.com/cms/news/ver/27867/1/lanata-sobre-678-son-bastante-brutos.html


http://www.urgente24.com/noticias/val/9085-153/el-escandalo-de-madres-de-plaza-de-mayo-sa.html



2 comentarios:

Occam dijo...

Muy bueno y necesario este artículo. Rescato fundamentalmente también el que usted recomienda de Reato, porque hay una curiosa tendencia al chivo expiatorio: el parricida malo que hizo todo por sí solo (¡durante 8 años!), de espaldas a toda una organización que lucraba con dineros públicos destinados a viviendas de los más pobres. Como dijo ayer el Tata Yofre, asumir semejante talante es desoír el criterio por el que esa misma organización bregó para condenar prácticamente a todo uniformado que anduvo por ahí cumpliendo órdenes o dando las órdenes, o ejerciendo algún puesto, en determinada época. Con esa misma vara, entiendo, si la Justicia es una y es ciega, hay que medir las participaciones en el desvergonzado desfalco, por parte de los demás miembros de la organización (en concepto de asociación ilícita).
Ayer también pude escuchar al Dip. Nac. Ferrari mencionando un estudio comparativo que se hizo sobre 114 empresas constructoras de viviendas sociales en 2009, que arrojó un promedio por casa de $ 91.000 a $ 94.000. Las casas que hizo la organización, en ese mismo 2009, cotizaron $ 161.000 por unidad. Casi 2 casas (o sea, el techo para 2 familias) podrían haberse construido por cada una que en verdad se hizo con nuestros dineros públicos. ¿No hay en ello derechos humanos conculcados?

Un cordial saludo.

piscuiza dijo...

Buenas Occam!

Lo del parricida malo que nos engañó, no reviste el menor análisis.
Menos aún cuando el parricida malo sigue al día de hoy (30/08/2011) caminando mis mismas calles.
Abrazo