sábado, 11 de junio de 2011

Madre y arrgentina.

De repente, sin darte cuenta bien cómo, te diste cuenta que hiciste algo bien.
Claro que la costumbre de no tomarte en serio, te lleva a mirar para el costado. Esa puta costumbre de no reconocer nuestros propios méritos.
Pero esta vez no podés hacerte la desentendida, lo intentás (porque a modesta: mierrrrda que te van a ganar!), pero no hay caso.


Un día, como cualquier otro, te diste cuenta que tu hijo está mutando de niño bartolo a hombre de bien. 
Y las babas te mojan las medias, porque desde el día en que te lo pusieron en brazos y se te vinieron encima todos los miedos del mundo juntos, no pasó una noche sin que pienses que la faraónica tarea de ser mamá, te superaba.
Y acá estás, pensando que después de todo: parece que lo hiciste bien!


Pero al momento de pensarlo, volvés a la realidad y tomás conciencia de todo lo que falta.
Respirás profundamente y sonriendo gritás: ordená ese quilomboooo!

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias. "Esa puta costumbre de no reconocer nuestros propios méritos."
Queriéndonos.

"Tengo necesidad de compañeros de compañeros vivos que me sigan porque quieran seguirse a sí mismo, donde quiera que yo vaya." F.N.

Saludos, el Simio.