sábado, 16 de agosto de 2008

EL DEDITO SEÑORITA

Lo intenté. Hice un esfuerzo férreo por no meterme en el temita. Muchas veces me senté a escribir al respecto, pero otras muchas decidí que no.
Pero hoy es sábado y no tengo que depilarme los bigotes de sra de 39, ni tengo que limpiar la casa, la ropa está lavada y planchada y el tiempo gris y amenazante me impiden disfrutar del aire libre en la plaza.
Así que acá voy.

¿QUE DEMONIOS LE PASA A LA SRA CRISTINA?


Si Cristina F. de K. fuese una amiga con cierto grado de intimidad, probablemente la invitase a tomar unos mates a solas y le preguntaría sin rodeos: ¿Qué carajo te pasa?. ¿Qué te hizo el mundo para andar con esa cara de culo eterna?. Y no la dejaría irse por la tangente con su réplica llena de esdrújulas vacías, con frases inentendiblemente largas que no dicen nada.
Pero claro yo no sería amiga de alguien como Cristina. Detesto la gente que nos obliga a convivir con caras de culo y dedos en alto y no es algo que no tenga explicación. Que la vida es un duro derrotero lo sabemos todos los que tenemos más de cierta edad, que a veces los problemas nos sobrepasan no es novedad; pero eso no le da derecho a nadie a obligar al resto de los mortales a hacerse cargo de los problemas ajenos (que con los propios alcanzan y sobran). También es algo muy cierto y estudiado que la actitud mueve montañas, o al menos consigue topadoras para abrir caminos.

Nuestra Presidenta vive eternamente con cara de culo y cuando no, sonríe de un modo que duele en las caras ajenas. Sonríe de un modo tan tenso que denota el esfuerzo ciclópeo que un gesto tan grato le conlleva. Parece una puñalada de lata la sonrisa de la "señora".
Como si fuese poco nos alecciona con gestos de maestra ciruela.
Recuerdo al preceptor de mi secundario, un fenómeno de pocos años más que yo que insistía en tratarnos de Ud. y llamarnos por los apellidos. Recuerdo cómo nos corregía el gesto del dedito en alto (tan cristinesco por estos días). "El dedito señorita" nos repetía hasta el hartazgo, hasta que cansadas ya del mantra, dejamos de levantarlo envalentonadas. Claro que eran los albores democráticos y nosotras unas adolescentes llenas de ínfulas, el dedito quizás ameritaba. Pero se ve que a Cris nadie le corrigió el gestito a tiempo. Y se ve que quedó estancada nomás en una etapa de soberbia juvenil que a sus cincuentaytantos es entre patética y desagradable. Siempre desde el atrio, pontificando con el dedito en alto, como si ella fuese la dueña de una verdad no revelada a nosotros la plebe oscurecida.
Pero no es el único gesto, no.

Ella tiene una batería de gestos grandilocuentes, pero en todos se la ve de la misma manera, forzada, tensa, como incómoda.
Evidentemente pone tanto empeño en el tema gestual como en la elección de su vestuario, pero en ambas tareas le pifia de acá a Hong Kong.
Debiera alguien decirle un viejo saber popular que reza: "Aunque la mona se vista de seda..."
El problema de querer disfrazarse bajo gestos, ropas y discursos que no son propios es que no pueden mantenerse en el tiempo, salvo claro en caso de graves alteraciones psicológicas. Pero en una persona que se supone en sus cabales impostar modos, gestos, palabras y creencias por un tiempo prolongado: no es buena idea.
Cualquiera de nosotros ha impostado un papel, ya sea por un compromiso social, por un compromiso laboral o porque sí nomás; pero es cosa de un rato. Son experiencias que se tornan casi lúdicas y así las vivimos. Querer extrapolar eso a un tiempo prolongado es de una inocencia inaudita, por no decir de una imbecilidad enorme.
Y para terminar de aderezar la ensalada, ni siquiera es constante. Entonces nos tiene a mal traer con su ciclotimia comunicacional. Un día nos corre de atrás con el dedo en alto y un discurso amenazante y al otro nos sonríe con la misma carita que Jack Nicholson en El Resplandor" mientras nos habla de la Plaza del amor.

En fin... si fuese mi amiga la invitaría a tomar mate y le preguntaría: Qué carajo te pasa?. Pero yo no sería amiga de Cristina, claro.

Por cierto: que alguien le arregle los hilos de oro del cuello, así se saca el pañuelo, que viene el verano y se nos va a morir con tanto pañuelo de seda!

2 comentarios:

La CuLPa eS DeL oTRo dijo...

muy gesticuladora es la sra, deberá ser por que no se sabe expresar bien???

piscuiza dijo...

Un poco de eso y otro poco que lo poco que tiene para decir no le interesa a nadie.
Salute y Bienvenido por aquí.