jueves, 9 de octubre de 2008

Ciudadana de décima.

Dispuesta a actualizar el DNI de mi vástago, llamé hace un tiempito al CGP de mi zona para averiguar los requisitos de dicho trámite. La empleada de turno al teléfono me informó que debía llevar al menor acompañado de su padre o madre, ambos con DNI y con una partida de nacimiento "ac tua li za da". Actualizada?, no sirven las copias autenticadas que hice cuando nació?, pregunté esperanzada. No, no sirven, me replicó la agente municipal.
Así fue que me tomé una mañana y concurrí al registro de las personas, ese de calle Uruguay donde se casan los famosos, y pedí una copia de la partida de nacimiento de mi hijo "ac tua li za da". Como la suerte estaba de mi lado logré hacerme de dicha copia a los quince días de iniciado el trámite.

Ya con la partida "ac tua li za da" en mis manos concurrí al CGP a las 7.45 AM.
A las 8 se abrieron las puertas y en la mesa de entrada me dieron un número, pregunté a que piso me dirigía y para mi sorpresa me dijeron: Vuelva en una hora poruqe ahora está cerrado.

Salí pacientemente caminé por el barrio una hora con mi pequeño gurrumín de 9 añitos y toleré estoica los: "Mami me comprás?", "Vamos a casa", "Para qué vinimos taaaan temprano?" y otras referidas a la hora y la inconveniencia de comer en Mc Gofio a las 8.30 AM.
A las 9 en punto volví al CGP y me apersoné en el segundo piso. Ahí me desayuné que en realidad el horario de atención empezaba a las 9.30 horas.
A las 10 llegó un señor de unos 55 años con mucha voluntad, pero no muchas luces y empezó a atender, media hora más tarde el piso se pobló de empleados sonrientes y dispuestos a contarse montones de cosas que desde lejos parecían super divertidas; pero claro después de dos horas y medias a mi no me divertía nada.
Cuando a las 10.55 AM me senté frente a la empleada, me enteré que la partida no tenía que ser "ac tua li za da", también me avisó que debía pagar una multa, porque no concurrí a actualizar el DNI apenas mi hijo cumplió los 8 años.
Para que mi felicidad fuese completa descubrí que si mi hijo fuese un "hermano latinoamericano" el trámite hubiese sido gratis, ya que así lo informaba una cartelera multicolor con tipografía enorme. Terminé el trámite preguntándome por qué cuernos cuando estaba en la dulce espera no me fui a parir a Bolivia o Perú.

Como para rematar la odisea, me traje unos souvenirs divinos de mi paso por el CGP, souvenirs que debí combatir a puro peine fino y shampoo con Quasia amarga.
Reconozco que si no salí por el barrio con un bat de baseball es porque en mi casa no hay un bat de baseball!!!
Si la idea era hacerme sentirme una ciudadana de décima: LO LOGRARON!

7 comentarios:

Unknown dijo...

Mi solidaridad, Piscuiza.
Mi hijo menor es cardíaco, y tiene un CDI, una especie de marcapasos.
Está casi indocumentado,porque ya tiene 19 años, pero el solo pensar en hacer la cola y el riesgo de que le dé una descarga me aterran.
Excelentemente escrita la saga. La felicito.

Gabriela dijo...

ah querida!
un dia te voy a contar lo que me pasò a mi actualizando el pasaporte.

Al pedo porque no viajo màs allá de la General Paz, pero con este gobierno nunca se sabe cuando vamos a tener que salir corriendo.

Espero que en el colegio les hagan las renovaciones de los DNI o se las haràn ellos solitos cuando tengan que votar... yo AHI otra vez no voy!

Por el momento ando entretenida reclamando un pago mal imputado de ABL del año 2004. Me siento Soledad SIlveyra en "la clìnica del dr. Cureta" yendo y viniendo con el papel que SIEMPRE me falta.

Argentina es el paìs ideal para los extranjeros: no pagan DNI, se atienden gratis en los hospitales públicos, les dan planes trabajar y hasta les regalan choripanes en los actos pùblicos.

saludos!

Occam dijo...

En la Argentina, han logrado que los ciudadanos de segunda sean los argentinos. Mientras que, por ejemplo, en Asunción, hay una empresa de viajes (si no, muuuuchas) que lucran llevando tours sanitarios a atenderse gratis en los hospitales de Buenos Aires desde Asunción, y sancionan a una médica por atender a una ciudadana argentina -que por tanto contribuye con sus impuestos para el mantenimiento del hospital "latinoamericano"- saltando por sobre una boliviana que, sin documentos, estaba delante, pero que no estaba embarazada ni nada (cuando las embarazadas deben pasar primero en todos lados, sean aeropuertos, bancos, reparticiones públicas, etc.; pero en los hospitales se ve que no; ahí manda el INADI)... los indocumentados venidos sin pedir permiso ni opinión al país "huésped" reciben un trato preferencial. El artículo 20 de la CN dice que los extranjeros gozarán de los mismos derechos que los nacionales, algo muy propicio para la época (década de 1860), cuando acá había 1 millón y medio de habitantes. Ocurre que esas peregrina idea implica que en realidad son muuuucho más privilegiados que los argentinos. En efecto, gozan de los mismos derechos, pero de ninguna de las obligaciones. En su momento era todo un tema, sobre todo cuando existía la colimba, cuando todos pagaban impuestos y cuando todos cumplían con sus obligaciones como autoridades de mesa electorales (ni qué hablar de cuando existía la ley de residencia, y a los indeseables, que venían a robar o a vivir de los demás, se los expulsaba al país de origen).
En fin, discúlpeme, pero la diferenciación que usted cuenta, me indigna en el alma.
La verdad, la compadezco, como a todos los demás boludos que formamos este colectivo infinitamente humillado que pomposamente llaman "el pueblo argentino".
Mis cordiales saludos.

piscuiza dijo...

Cerriwden, supongo que para casos como el de tu hijo debieran "dignarse" a hacer una "honrosa" excepción. Pero claro, estos son una manga de indignos y de honradez viene escasitos.
Gabriela, creo que todas somos Solita Silveira y vamos y venimos con la letanía de "la papeleta, la papeleta". Al menos me queda el consuelo de cuando hice mi pasaporte, fui con una recomendación de un "re re capo": la cola de los recomendados era más larga que la común!
Por cierto, no se olvide de los aparatos de ortodoncia, que por obra social salen fortuna pero si mi niño y yo gozácemos de los infinitos beneficios de ser "hermanos latinoamericanos" sin obra social, el gobierno de la ciudad nos brindaría el tratamiento de forma gratuita.
Occam yo no quiero parecer políticamente incorrecta (o al meno no taaanto), pero a mi esta historia de un país para extranjeros me tiene requeterepodrida. Estos salames que nos gobiernan me han convertida en una especie de neo-xenófoba. Y lo que más me indigna de todo es el tema de los piojos: ODIO LOS PIOJOS, los regaría con quasia amarga y vinagre con una risa oligofrénica sin ningún sentimiento de culpa eh.
Lo peor de todo es que me molesta que me hayan convertido en una persona tan poco tolerante a fuerza de ver como se pasan mis derechos de ciudadana por el traste.
Saludos

Occam dijo...

Piscuiza: Evidentemente, no me he dado bien a entender. Mi incorrección política ni siquiera roza el chauvinismo o la xenofobia. Es más, lamento muchas veces la falta de apego al trabajo (y sobre todo, al trabajo bien realizado) que demuestran mis compatriotas, en diferencia con gran parte de los hermanos latinoamericanos.
Lo que a mí me molesta de este tipo de situaciones, es la injusticia. Si la justicia para Ulpiano era dar a cada uno lo suyo (lo que le corresponde), entiendo que un sistema de salud, de asistencia, de educación, de registración civil, del tipo que sea, obedece a una lógica de solidaridad dentro de una sociedad que respeta determinadas normas, por ejemplo, pagar los impuestos que lo sostienen, por ejemplo, que los funcionarios optimicen con eficacia esos recursos, por ejemplo, que los beneficiarios no se aprovechen. Y a todo eso, encima hay que sumar que algunas personas que no pertenecen a ese sistema pretendan hacer uso y abuso de él en detrimento de los beneficiarios para los que fue creado. Y lo más indignante es que el sistema mismo así lo permita y lo fomente. Yo no hablo de extranjeros y nacionales. Hablo de gente que vive dentro de una sociedad que hace un esfuerzo por ordenarse y por sostenerla, y gente que no. Hace tiempo que la Argentina presta servicios de todo tipo, absolutamente gratis, a toda la comunidad fronteriza latinoamericana, que encima nos recela y no nos quiere. Universidades gratuitas, hospitales gratuitos, documentación electoral sin requisitos, hasta jubilaciones y pensiones, etc.
Así no hay sistema en el mundo que sea mínimamente eficiente.
Aunque a nosotros nos permita vivir con la conciencia de un recién nacido... hasta que nos enfrentamos al trance de padecerlo, claro.
Mi hermano una vez se enfermó muy feo en Bolivia, con una intoxicación que supongo tenía una raíz bromatológica. Allá fue imposible encontrar un centro asistencial que lo atendiera, así que hubo que cruzar apresuradamente la frontera, mientras él volaba de fiebre, para dar con un hospital en Salta... donde hubo que hacer religiosa cola sin distinción de nacionalidades.
Mi cordial saludo.

thegorila dijo...

Ahhh...Piscuiza... mire, yo para no pasar sus infortunios me banco que me reten cada vez que muestro mi DNI original. Sin embrago los hermanos latinoamericanos tienen quintuplicados con mucha celeridad. En las últimas votaciones tuve que aguantarme las arcadas escuchando la conversación de 2 ejemplares que votaban obbbbviamente al candidato del Frente para la Desgracia porque en 1 semanita y sin despeinarse les consiguió el DNI.
Argentina...país generoso !!!
Un saludo

piscuiza dijo...

Occam: dar a cada quién lo suyo? Oiga usted no será bolchevique, no?
Por cierto eso de enfermarse en tierras lejanas es espantoso.
Gorila, yo como buena despistada voy por quintuplicado, pero nada de trámites gratis ni renovaciones pro voto eh.
Saludos y no se enoje, que es al cuete y se va a llenar de arrugas.